Cómo limpiar y mantener tus joyas de plata
Una joya de plata maciza te puede durar toda la vida si la cuidas y la mantienes de manera adecuada. En este artículo queremos darte algunos conocimientos básicos sobre este metal y enseñarte cómo protegemos y cuidamos en Xviolins nuestras piezas de Plata de Primera Ley.
Para empezar, hablemos de las propiedades de la plata:
- Es un metal dúctil. Esto quiere decir que su forma cambia fácilmente con la presión
- Es un metal maleable, es decir, que puede ser trabajado con facilidad
- Es un poco más dura que el oro, es decir, es más resistente al rayado
- Tiene un brillo blanco metálico que le aporta el atractivo para la fabricación de joyas
- No se oxida fácilmente (como el hierro), pero reacciona con el azufre o el sulfuro de hidrógeno para formar la conocida plata deslustrada.
Las joyas de plata son delicadas debido a su ductilidad y maleabilidad: se deforman fácilmente simplemente al aplicarles presión con los dedos. Cuanto más fina sea la pieza, más riesgo de deformación, y cuanto más gruesa, más resistente.
Te aconsejamos que guardes todas tus joyas de plata en un joyero o cajita bien protegidos para evitar enganchones que provoquen su deformación. Puedes utilizar las cajitas con las que vienen todas nuestras joyas musicales.
Guarda siempre que puedas tus joyas en su cajita para que estén protegidas. Así no se engancharán con otras cosa que tengas en los cajones.
Es normal que una joya de plata se vuelva amarillenta o negra con el tiempo, sobretodo cuando la guardamos en un cajón durante un largo período sin utilizarla. ¿Es de mala calidad entonces? En absoluto. Además, es muy fácil de limpiar y volverle a dar su aspecto reluciente original. A continuación de explicamos cómo.
Estos pendientes de Clave de Sol son de Plata de Primera Ley, y con el paso del tiempo se han vuelto negros y han perdido su brillo natural al estar en contacto con el aire.
PASO 1. Provéete con los materiales necesarios e instálate en un lugar de trabajo donde no haya peligro de manchar nada
Solo necesitarás 2 cosas: Aladín y un paño limpiador de plata.
- Aladín es un algodón impregnado en pulimento que tiene un grano muy fino y es muy respetuoso con la superficie de la plata. Es fácil encontrarlo en supermercados y droguerías. Nosotros utilizamos este producto porque es económico y nos da muy buenos resultados. Además, cunde muchísimo. No aconsejamos utilizar pulimentos en polvo como por ejemplo el bicarbonato, ya que al ser un cristal grueso hace que la plata se raye.
- Paño limpiador de plata: es un pequeño trapito de microfibra que viene impregnado de una sustancia anti-deslustre (o "anti-tarnish" en inglés). Da un acabado perfecto, muy brillante. Los hay de muchos tipos y marcas. Lo puedes comprar en nuestra tienda online. Se puede sustituir por un trapo normal de microfibra que sea muy fino y limpio para que no haya ninguna impureza que raye la superficie de nuestra joya.
PASO 2. Coge un trocito de Aladín y frota bien la joya.
Cuando abras el bote de Aladín verás que se trata de un gran trozo de algodón aglomerado en capas, y que está impregnado de un líquido rosa. Corta un trocito con las manos, suficiente para envolver toda la joya, y frótala enérgicamente. Sobretodo frota a conciencia en los recovecos y pliegues, los más difíciles de limpiar.
Cuando hayas acabado, deja que el líquido rosa se seque durante unos minutos sobre la plata. No te preocupes por dejarlo demasiado tiempo, no se dañará.
PASO 3. Frota bien con el paño limpiador de plata hasta que quede limpia y reluciente.
Como ya hemos dicho puedes utilizar el paño que te proponemos o cualquier otro de microfibra, siempre que sea fino y esté limpio. El paño cogerá el líquido rosa del Aladín ahora ya seco y pulirá toda la superficie para dejarla limpia y brillante.
Si ves que todavía queda algo de negro en la joya o no está completamente reluciente, no dudes en volver a repetir todo el proceso.